Nutricionistas, dietas, ejercicios y sigo en sobrepeso… ¿A quién me estoy comiendo?
Por María Belén Padrón Romero
Si eres de
esas personas que pasas la vida haciendo las dietas: la de los puntos, la de los
colores, las de proteínas, entre otras; o tal vez te ha pasado que has pagado
la inscripción del gimnasio y luego no asistes; puede que te sea familiar
escuchar que una amiga compro unos productos muy buenos para bajar de peso, los
compraste y los tienes en tu despensa para empezar el lunes próximo, o esperar
la próxima luna llena… o quizás en algún momento te propusiste llegar a tu peso
ideal y lo lograste, pero de nuevo, al cabo de un tiempo volviste a engordar,
inclusive hayas puesto en riesgo tu vida, con alguna intervención quirúrgica
que te ayudaría a verte y sentirte mejor…es el momento de pensar qué es lo que
estas tratando de decirte a ti mismo(a).
Te
aseguro que no eres el único ni la única que pasa por estas situaciones,
vivimos en una sociedad donde la figura es muy importante, la imagen suele
determinar la aceptación ante nuestros amigos, familiares, compañeros de
trabajo, vecinos, pretendientes, y con frecuencia solemos olvidar que a quien
más debemos agradar es a nosotros mismo. Sin embargo, más allá de eso, no podemos
dejar de lado el estar ligados a una historia familiar, la cual esta guardada
en nuestro ADN y son nuestro mapa de
vida, gracias a esta información guiamos nuestras acciones, hasta en contra de
nosotros mismos, de manera inconsciente podríamos asumir algunos hábitos que no
nos ayudan a tener una buena salud.
En este sentido te presento algunas ideas referentes al
sobrepeso, por ejemplo, puedes pensar
que tú tienes muy buena autoestima y te
sientes bien así: ¡así me quiero!, quienes te rodean esposo(a), hijos(as), demás
familiares y amigos(as) te quieren así ¡Ellos me quieren así! los hombres
o las mujeres prefieren a los(as)
gordas(os) ¡los(as) gordos(as) son cuchis! En fin, una serie de creencias que
pueden estar manteniéndote en una situación poco saludable…no sólo físicamente
sino también emocionalmente.
Es bueno
detenernos a deliberar si nuestros hábitos de alimentación son los más
adecuados, ¿y de dónde provienen mis hábitos alimenticios? ¿Quién me enseño a
comer arepa en el desayuno y en la cena? Al echar un ojo a la historia familiar, puedo
constatar no solo de donde provienen estos hábitos, sino también las emociones
que me llevan a comer más, a comer en descontrol. Lo mismo con el sedentarismo y la ejercitación que le suelo
dar a mi cuerpo.
Podríamos descubrir
juegos emocionales inconscientes que nos lleven a: protegerme para guardar
reservas, estoy en peligro debo comer, soy leal al sistema familiar: en mi
familia todos somos gordos, solo cuento conmigo misma, carencia afectiva y
agresividad, sufrir abandono, alimentar al niño interior. Todo esto a nivel
inconsciente puede estar sucediendo en lo íntimo de un individuo con sobre
peso, requerirá de una gran fuerza de
voluntad, no solo para cambiar de hábito, sino para mirar con respeto, sin
juicio ni criticas las historias del pasado familiar, descubrir el juego
emocional para iniciar entonces una nueva rutina, un paso a la vez y con
seguridad.
¡Sigamos mirando hacia adelante y honrando hacia
atrás!
Para más información Profesora y
Consteladora María Belén Padrón Romero
Tlf: 0426-9334668
Correo:
selvaverdemabel@hotmail.com
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